Para preparar la salsa: coloca la sartén sobre la estufa y enciende el fuego a bajo-medio. Cuando la sartén esté caliente, agrega el aceite. Agrega la cebolla y el ajo y cocina, revolviendo frecuentemente, hasta que quede suave, de 10 a 15 minutos.
Agrega los calabacines, la albahaca u orégano y cocina, tapa, hasta que los calabacines queden dorados y suaves, de 10 a 15 minutos, revolviendo cada 5 minutos.
Agrega los tomates y el agua, revuelve bien. Baja el fuego a temperatura baja y cocina con la tapa puesta, durante 10 minutos. Retira la tapa y cocina unos 10 minutos más.
Apaga el fuego. Agrega la espinaca y revuelve hasta que la espinaca quede marchita.
Cuidadosamente desliza 4 piezas de lasaña en la sartén, utilizando sus orillas para deslizarlas al fondo de la salsa y utilizando la espátula, empújalas hacia abajo, debajo de la superficie. Agrega otras 4 piezas y después otras 4 y empújalas hacia abajo, debajo de la superficie. Agrega las últimas 4 piezas de lasaña y con una cuchara, vierte un poco de la mezcla de tomate sobre éstas.
Agrega el queso ricotta, 1 cucharada a la vez, poniendo gotas en la superficie. Espolvorea con el queso mozarela y después con el queso parmesano.
Recalienta la sartén en fuego bajo, tápalo y continúa cocinando hasta que el queso se haya derretido y la pasta quede suave cuando la piques con la punta de un cuchillo, como 20 minutos. Espolvorea las hojas de albahaca. Apaga el fuego y reserva la lasaña durante 10 minutos.
Sirve inmediatamente o tápalo y refrigera hasta 2 días.